Alessandra Guevara*
“Qué se vayan todos” es quizá una de las frases más repetidas en las manifestaciones políticas durante los últimos años. Más que un simple grupo de palabras escogidas al azar, esta frase revela la débil situación en la que se encuentra la representación política en el Perú, y por ende, nuestra democracia. A pesar de que, en teoría, como ciudadanos escogemos a nuestras autoridades en elecciones, lo cierto es que cuando vemos las cifras de aprobación de la gestión de los principales cargos de representación, nos encontramos con porcentajes realmente bajos que rara vez superan el 50%, como es el caso del Congreso (ver gráfico adjunto). De este modo, parece existir una permanente baja aprobación de las instituciones, lo que se refleja en constantes manifestaciones de personas que no se sienten representadas por las autoridades que eligieron.
Ante este dilema, cada vez son más las personas que apuntan al débil sistema electoral como uno de los principales causantes de esta constante crisis de representación. Muchos académicos, autoridades, políticos y organizaciones ciudadanas hablan de la necesidad de una reforma política y electoral en el país que permita fortalecer las normas electorales y mejorar la calidad de autoridades en el país. Sin embargo, son pocos quienes aterrizan la idea de una reforma en propuestas concretas, y lo más importante, propuestas que abarquen la problemática en su totalidad, desde todas los frentes.
Actualmente, son tres las más sonadas propuestas de reforma que rondan la agenda pública. Desde el Congreso, Adriana Tudela, congresista por Avanza País, ha salido en varios medios a resaltar la necesidad de una reforma electoral, e inclusive ha presentado varios proyectos de ley que proponen eliminar el voto obligatorio, reducir el período parlamentario a dos años y medio, y restablecer la reelección congresal. Su compañero de bancada, Alejandro Cavero, ha hecho lo propio presentando un proyecto de ley para restituir la bicameralidad. Desde la sociedad civil, La Propuesta, una iniciativa ciudadana, propuso establecer el impedimento de postular a cargos públicos y fundar o ejercer cargos directivos en un partido a condenados por la comisión de delito doloso, incluso si estas personas ya han sido rehabilitadas.
Es positivo que cada vez más sectores se sumen al debate de una necesaria reforma política-electoral. Sin embargo, es importante recordar que nuestro sistema electoral y el funcionamiento de los partidos políticos es más complejo de lo que parece a simple vista. De poco sirve arreglar una “coladera” del sistema, si tenemos otras diez que siguen debilitando nuestras normas. Por un lado, pese a que los congresistas Tudela y Cavero se muestran a favor de reformas políticas, han mostrado su rechazo abierto a reformas electorales tan necesarias como la paridad y alternancia, o a cambiar la forma de elegir a los magistrados del TC a un concurso público. Por otro lado, al margen de que la iniciativa de La Propuesta es cuestionable1, excluir a condenados por delitos dolosos de participar en cargos de elección no es la única respuesta a la crisis de representación.
Además del reto que es abarcar todos los problemas de nuestro sistema electoral, nos encontramos ante el dilema de que son los partidos los que deben aprobar estas reformas, al margen de que les resulte inconveniente fortalecer las normas que los rigen. Es por ello que es de suma importancia lograr articular puntos en común entre lo que nos dice la evidencia desde la ciencia política, con las demandas y necesidades al interior de los partidos, siempre pensando en fortalecer el sistema de partidos en lugar de considerar intereses de partidos en particular.
Uno de los elementos más importantes de una reforma político-electoral integral, además de que esté elaborada basada en evidencia, es que se involucre a toda la sociedad civil. El debate de la necesidad de una reforma político electoral integral no debe quedarse en palabras técnicas y legalidades, sino que debe incluirnos a todos/as y plantearse como una reestructuración que fortalecería la democracia en nuestro país, y con ello, mejoraría la calidad de vida de todos los peruanos/as. La discusión de una reforma no debe quedarse a nivel de los sectores políticos o académicos, sino que debe involucrarse a la ciudadanía por medio de campañas masivas que simplifiquen los cambios a realizar, pero que, sobre todo, expliquen por qué esos cambios son necesarios de manera fácil y accesible.
Nada va a mejorar si es que no se reforma el sistema político y electoral, pero la reforma tampoco es la respuesta a todos los problemas de nuestra débil democracia. Hay mucho por trabajar, pero siempre es importante recordar que de poco sirve proponer reformas superficiales que no generen un cambio profundo tanto a nivel político como electoral. Una reforma en ambos niveles es necesaria pues así podremos percibir cambios en la forma en la que concebimos la política y nos relacionamos con los representantes a los que elegimos; como cambios en el control político y balance de poderes, que finalmente repercuten en la gobernabilidad del país.
1 Como está redactada la iniciativa de La Propuesta, cualquier persona condenada por un delito doloso, como por ejemplo, difamación, al margen de que ya haya cumplido su sentencia, no podría ser elegida en cargos de representación. Esto es peligroso en una democracia como la nuestra, donde denunciar por difamación es una forma más de silenciar voces incómodas.
Fuentes consultadas:
Congresista Adriana Tudela presenta proyecto de ley para reducir el periodo parlamentario. (07 de abril de 2021). Caretas. https://caretas.pe/politica/congresista-adriana-tudela-presenta-proyecto-de-ley-para-reducir-el-periodo-parlamentario/
Congresista Alejandro Cavero de Avanza País propone el retorno de la bicameralidad en el Congreso (09 de noviembre de 2021). Caretas. https://caretas.pe/politica/congresista-alejandro-cavero-de-avanza-pais-propone-el-retorno-de-la-bicameralidad-en-el-congreso/
La Propuesta (20 de mayo de 2022) Ley de reforma constitucional que adelanta las elecciones generales y promueve una mejora de la oferta política https://www.lapropuesta.pe/_files/ugd/daed95_c5ee73ae699b458791eae90643e35cba.pdf
*Alessandra Guevara, estudiante de la Especialidad de Ciencia Política y Gobierno de la Pontificia Universidad Católica del Perú y asociada de la Comisión de Investigación