POLITAI

Luis Fernando Llanos Illescas*

La declaratoria de emergencia hace más de una semana en San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho y tres distritos de Sullana en Piura, así como la ebullición del fenómeno Bukele, han puesto otra vez en la mesa de la opinión pública la necesidad del uso de la mano dura para combatir esta problemática (El Peruano, 2023). Pero antes que nada debemos preguntarnos, ¿qué es la mano dura? Y, si su eficiencia es tan buena que eliminará el problema de la inseguridad ciudadana. 

De acuerdo con el especialista Bernardo Kliksberg, la Mano Dura puede entenderse como: “la salida providencial para responder a la sensación de inseguridad” (2008, p. 9). Ello, en el sentido de que nos promete acabar a través de tácticas, muchas veces violentas, con la criminalidad. Hasta ahí, todo suena como una utopía: llega el salvador y nos libera de un mal que nos lleva aquejando. No obstante, no todo es color de rosa.  

Tomando el caso de El Salvador, en el país centroamericano, Bukele ha vendido la idea de que sus métodos son los más eficientes y eso nadie puede cuestionarlo, la tasa de homicidios se ha reducido sustancialmente desde el 2022 (BBC, 2023). Sin embargo, esta data deja de lado una realidad preocupante: el alta tasa de violaciones de DD. HH. Desde el inicio del estado de excepción, se ha capturado a personas muchas veces inocentes y se las ha encerrado en prisiones con el pretexto de que son pandilleros (Amnistía Internacional, 2022). 

Esta realidad es la que muchos desean replicar en el Perú ya que, bajo la lupa de personas que ya están hartas de la delincuencia, qué importan algunas violaciones de DD. HH, lo importante es que nos deshagamos de este problema que evita el progreso de muchos ciudadanos. Esto, ya que la delincuencia también evita que los pequeños negocios prosperen, ya que, muchas veces, son extorsionados o víctimas de vandalismo/robo por parte de los criminales (Andina, 2023).

Pero, pensemos con cuidado conciudadanos. ¿En verdad esta es la mejor manera de hacerle frente a la problemática de la inseguridad ciudadana? ¿apelar a la fuerza bruta o las penas desproporcionadas? Es más, Kliksberg menciona que estas penas pueden no resultar tan eficientes como se cree y que, de hecho, pueden terminar perjudicando a los más pobres o a aquellos que no están cometiendo delitos solo faltas menores (2008: 09).

Claros ejemplos de estas políticas se pueden apreciar en el accionar de ciertas alcaldías. Por ejemplo, en diversos distritos de Lima, los fiscalizadores de las municipalidades se llevan la mercadería de vendedores informales, esto bajo el supuesto de que están rompiendo reglas. El problema no radica en que, solamente, se lleven el producto de las personas que solo desean trabajar, sino también en la forma en la que lo hacen: a través de acciones violentas sin ningún respeto por la persona que con tanto esfuerzo luchó por obtener esa mercadería (Mendoza et al, 2022). 

Asimismo, este caso de algunas alcaldías como la de Miraflores, la cual al menor atisbo de uso del espacio público avanza, con un pelotón de serenos listos para detener a las personas que bailan o practican fútbol en los parques de zona (América Noticias, 2023). Sin duda, podemos ver que la mano dura funciona, pero no contra aquellas personas que realmente cometen delitos, sino contra víctimas inocentes. El gobierno de Dina Boluarte tiene que tomar las precauciones y solo activar estados de emergencia en los sectores del país donde la situación se le dificulte, más bien, tendría lo que se debería planear es la aplicación de métodos preventivos para evitar que estas situaciones se repitan.

Pero, qué son estos métodos preventivos. Esto, pueden entenderse como los mecanismos implementados para que la ciudadanía, en especial los jóvenes, decida no entrar a la vida delictiva (CAF, 2014). Algunas de las propuestas que se han planteado para lograr esta meta son trabajar en los colegios a través de los programas de tutoría para atender las necesidades de cada estudiante, involucrar más a la familia en el entorno del estudiante para que este no se sienta abandonado e incentivarlo a que aprendan a ahorrar ya que, la falta de capital lleva a que más adelante realicen conductas inapropiadas en busca de más dinero como, por ejemplo, robar (Ccopa-Quispe et al, 2020 p.166).

En general, hemos podido observar que en el Perú la alta tasa de criminalidad ha llevado a que muchos ciudadanos clamen la necesidad de que se aplique la mano dura en el Perú. Ello, como mecanismo, para reducir la delincuencia; sin embargo, se ha demostrado que este sistema muchas veces puede traer consigo violaciones de DDHH y atentar contra personas que realmente no están cometiendo crímenes. Por ello, la mejor solución para esta problemática son medidas preventivas, las cuales ayudarán no solo a reducir la delincuencia, sino también a mejorar la calidad de ciudadanía en el país.

---

---

Luis Fernando Llanos Ilescas*, estudiante de Ciencia Política y Gobierno y Comisionado de Publicaciones