Jimmy Alexander Noblejas García*

Habermas es un autor importante en la teoría democrática debido a que sus aportes se alejan de la visión procedimental y elitista de la democracia y expresa particular atención en ampliar sus límites más allá de la esfera electoral para promover la participación ciudadana respecto a los asuntos públicos. Esta mirada, que aboga por la construcción de un espacio público en el que podamos debatir libremente sobre los asuntos de interés común, valora y se sostiene en el derecho a libertad la expresión, donde todos y todas tenemos la misma oportunidad de ser parte de la deliberación y de ser tratados como iguales durante el proceso. Sin embargo, el acercamiento a una democracia deliberativa en países desiguales y con altas tasas de conflictividad social como el Perú se ve cada vez más difícil de conseguir por la concentración de medios. No se trata de un fenómeno aislado, sino de un reto cada vez mayor para las democracias a nivel mundial y que debe ser centro de nuevos debates y reflexiones. Así, en este artículo se aborda sobre cómo afecta este fenómeno a la práctica social y política de la vida en democracia; y se apuesta por una solución enfocada en la democratización efectiva de los medios de comunicación, debido a su capacidad transformadora de la opinión pública y procesos sociales.  

Para empezar, no podemos subestimar la capacidad de los medios de comunicación para influir en las percepciones de los ciudadanos y, por ende, en el desarrollo de procesos sociopolíticos. Prueba de ello es que existe un consenso en la literatura sobre el rol que tienen los medios de comunicación en el desarrollo, escalamiento y solución de los conflictos y manifestaciones sociales. Para poner el caso de algunos países, autores como Vasilachis mencionan que en Argentina los medios de prensa reducen la posibilidad de hacer cambios sociales cuando no cumplen con la tarea de visibilizar las dinámicas de las actividades que buscan generarlos, ni tampoco los procesos que les dan origen (2005, p. 132). De manera similar, en Bolivia la cobertura mediática de los conflictos puede influir en su desarrollo y resolución, dependiendo del enfoque y la importancia que se les atribuya (Clotilde Gouley, 2005). Incluso en zonas rurales del Perú, la radio permite la “difusión de la información, … [pero] en algunos casos, contribuyen a polarizar la situación, los discursos y las posiciones de los diferentes actores” (Clotilde Gouley, 2005, p. 77) respecto a conflictos sociales. Los casos presentados nos muestran que el manejo de estos medios también representa una dimensión importante del poder que empiezan a acumular aquellos que pueden concentrar y controlar los medios de comunicación. 

Fotografía obtenida de IDEHPUCP (21 de marzo de 2023)

Este fenómeno se manifiesta cuando un número reducido de empresas o conglomerados controlan gran parte de los medios de comunicación en un mercado y, por lo tanto, de la producción de información que reciben los ciudadanos ( José Santillán, 2017, p. 143 – 144).  Su impacto en las distintas dimensiones de la práctica política y social de las personas hace que la concentración de medios termine siendo perjudicial para la libertad de expresión y la pluralidad en la información, por lo que a largo plazo debilita la democracia. Especialmente porque la poca pluralidad de voces y perspectivas en los medios puede restringir la capacidad de la ciudadanía para estar informada y participar activamente en la vida democrática.

Ello no se manifiesta de la misma manera para todos y todas, sino que afecta en mayor medida a grupos excluidos que buscan hacer crítica de temas que consideren relevantes, tal como expresa Guerra (2019) la concentración de medios “tiende a empobrecer el panorama de voces divergentes que requiere una democracia para funcionar adecuadamente” (Guerra, 2019, p. 10). Hablar de la concentración de medios es de suma relevancia, debido a que no solo se empieza a formar un monopolio de la información, sino que cada vez se hace más difícil darle voz a las poblaciones que han sido relegadas históricamente y que buscan mejorar sus condiciones de vida o mejores formas de representación. 

Es importante mencionar que la concentración de medios ha tenido un desarrollo histórico contrario y trágico al desarrollo democrático en América Latina. De acuerdo con Gabriel Sosa (2016) en nuestra región “los grandes medios han sido siempre los socios mayores de las dictaduras militares más sanguinarias y han obtenido beneficios escandalosos a cambio de encubrir crímenes, torturas y desapariciones” (p. 17). Por lo que las lógicas y principios democráticos no pueden adecuarse a la concentración de medios, sino que los termina pervirtiendo. Así como termina siendo una herramienta de poder para reducir las voces de aquellos que critican el sistema. 

Obtenido de Gestión (19 de mayo de 2017)

La pregunta de si es posible escucharnos y entendernos entre peruanos en ese contexto nos remite a si es posible garantizar la libertad de expresión en nuestro país. Debido a que no podemos buscar un entendimiento sin que antes esté garantizada nuestra posibilidad de emitir ideas, juicios de valor o hacer expresión de nuestras identidades libremente a través de algún medio. El Perú no es ajeno de ninguna manera a este reto de las democracias contemporáneas. Un claro ejemplo de ello fue la controversial compra de la Empresa Periodística Nacional S.A. (EPENSA) por parte del grupo El Comercio, un claro atentado a la libertad de expresión y pluralismo informativo. Queda claro que la concentración de medios es contrario a un desarrollo democrático, especialmente de aquella con características de una deseable democracia deliberativa que permita la participación ciudadana en los debates y deliberaciones públicas. Sobre todo, por el innegable impacto de los medios de comunicación en la práctica social y política de los ciudadanos. Por ese motivo, la respuesta para combatir este conflicto está en esta misma capacidad transformadora de la opinión pública y procesos sociales de los medios de comunicación. Respecto a ello, es crucial fomentar una mayor representación y participación de comunidades excluidas en la producción de los medios de comunicación; y explorar nuevas formas de comunicación y participación ciudadana tanto a nivel urbano como rural. 

Finalmente, reafirmo que la concentración de medios es contraria a la búsqueda de construir una democracia deliberativa en el país que asegure la libertad de expresión y el pluralismo informativo. Un régimen que no se reduzca a las elecciones, sino que involucre a todos y todas en los procesos de discusión y debate para la elaboración de políticas públicas que reflejen las necesidades reales de la ciudadanía en su conjunto, en lugar de estar cooptadas por intereses particulares. Respondiendo a la pregunta que motivó este artículo, podemos cerrar mencionando que no existe una solución única y rápida a este problema tan complejo. Sino que se trata de un proceso continuo en la que se requiere la participación y compromiso de actores socioculturales, políticos y económicos como el gobierno, las empresas y la sociedad civil urbana y rural; de manera que se puedan construir medios de comunicación diversos, inclusivos y, sobre todo, democráticos. 


Referencias bibliográficas

Ariñez Roca, N. S. (2007). Medios de comunicación social y conflictos: Aproximación al caso Carlos Mesa. Punto Cero, 12, 08-15. http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=S1815-02762007000200002&script=sci_arttext

Guerra, P. (2019). Concentración de medios de comunicación: conceptos fundamentales y casos de estudio. En Biblioteca del Congreso Nacional de Chile/BCN. https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/27513/1/BCN_pga_Concentracio__n_de_la_propiedad_de_medios_de_comunicacion__Final.pdf

Gouley, C. (2004). Conflictos mineros, interculturalidad y políticas públicas: el caso de Las Bambas, provincias de Cotabambas y Grau, departamento de Apurímac. Investigaciones. https://ideas.repec.org/a/bbj/invcie/263.html

Sosa, G. (2016). Concentración de medios de comunicación, poder y nuevas legislaciones en América Latina. El Cotidiano, (195), 17-30. https://www.redalyc.org/pdf/325/32543454003.pdf

Santillán Arruz, J. (2017). Acerca de la concentración de medios. Cultura: Revista de la Asociación de Docentes de la USMP, 31. http://www.revistacultura.com.pe/revistas/RCU_31_acerca-de-la-concentracion-de-medios.pdf

Torpoco, A. (2017). La concentración de medios escritos y libertad de expresión, a propósito de la compra de la cadena de periódicos Epensa por parte del grupo el Comercio. https://repositorio.upla.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12848/203/T037_45773262_T.pdf..pdf?sequence=1&isAllowed=y

Vasilachis, Irene (2005). La representación discursiva de los conflictos sociales en la prensa escrita. Estudios sociológicos, 95-137. https://www.jstor.org/stable/40420863


*Jimmy Alexander Noblejas García, estudiante de Ciencia Política y Gobierno y Presidente de la Asociación Civil Politai