Narda Carranza*

Nueve días después de las elecciones regionales y municipales en Perú, las electoras y los electores que usaron la plataforma Elige tu local de votación de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) recibieron un correo electrónico invitándoles a compartir con esta entidad sus experiencias electorales.La iniciativa lleva por nombre “Micro-encuesta a electoras y electores” e involucra la aplicación de dos formularios: uno para electores/as que asistieron a votar y otro para los que no lo hicieron. 

Obtenido de ONPE Oficial (Flickr)

Alrededor de 70 000 ciudadanas y ciudadanos peruanos han respondido entre el 11 y el 18 de octubre uno de estos formularios virtuales. Esta es la primera vez que un organismo electoral peruano realiza un levantamiento de información de este tipo luego de la jornada electoral. Los instrumentos fueron elaborados por un grupo de investigadoras e investigadores -todos/as politólogos/as- de la Subgerencia de Documentación e Investigación Electoral de la ONPE.

Esta iniciativa permitirá conocer las razones por las que las personas no acuden a votar, el desempeño de los diferentes servicios provistos por la ONPE (incluyendo el de sus plataformas virtuales, como Elige tu local de votación), el nivel de confianza hacia las candidaturas elegidas y otros actores electorales, la satisfacción durante la jornada, entre otros aspectos del proceso electoral. En este sentido, el objetivo principal de la iniciativa es práctico: identificar aspectos de mejora y sobre los cuales proponer soluciones o ajustes innovadores a nivel institucional. El objetivo de las micro-encuestas se enmarca en una de las funciones principales de la ONPE: garantizar el ejercicio del derecho al voto. 

Obtenido de ONPE Oficial (Flickr)

Los formularios virtuales cada vez son más utilizados por entidades estatales para recoger información sin requerir presupuesto adicional y un cronograma prolongado. Sin embargo, existen pautas para su aplicación, dados los bajos incentivos para participar en estos. Por este motivo, se diseñó un instrumento visiblemente breve (por ello la denominación de “micro-encuesta”). 

Las micro-encuestas permitirán a la ciudadanía interesada participar en un estudio más amplio acerca de sus experiencias electorales y presentar alguna queja o recomendación sobre la jornada del dos de octubre. Es decir, se abrirá un canal de comunicación entre ciudadanos/as que cuenten con mayor motivación, recursos y tiempo. Alrededor del 30 % de participantes han aceptado volver a ser contactados/as con este fin.

Micro-encuestas realizadas por la ONPE

Además de las micro-encuestas, se aplicaron formularios virtuales a miembros de mesa antes y después de la jornada electoral, al personal de la ONPE que fue asignado a los locales de votación en los cargos de coordinador/a de local y de mesa, y a los/as coordinadores/as distritales y de centro poblado de la ONPE. En estos casos, los formularios fueron mucho más extensos e incluían preguntas abiertas para poder hacer un levantamiento de información más amplio. Aquí, se incluyeron preguntas orientadas a la atención hacia los grupos más vulnerables, como las personas con discapacidad, adultos mayores, ciudadanía que vota en centros poblados, personas trans y de género no binario. 

¿Qué sucederá con la información recogida? Luego del análisis de los resultados, se contarán con insumos para continuar con el proceso de mejora. Ello implica un ejercicio creativo y participativo, a su vez. Algunas consideraciones:

  • Este proceso de mejora continúa con la elaboración de prototipos o propuestas innovadoras, que se evalúan antes de ejecutarse. Las propuestas van desde los ajustes menores a materiales electorales que hacen más fácil y transparente su manejo, hasta la creación de plataformas digitales que simplifican trámites o procesos.

  • Se deberá continuar investigando para comprender mejor las dificultades para ejercer el voto de grupos específicos. Por ejemplo, dentro de la gran categoría de “personas con discapacidad” se encuentran personas con diferentes tipos de discapacidad, personas con más de un tipo de discapacidad, con diferentes mecanismos de apoyo para votar y, por lo tanto, diversas demandas. Otro ejemplo: las personas trans y de género no binario agrupan a una gama amplia de identidades, de experiencias previas que afectan la confianza en las instituciones, de acceso a un documento de identidad cuya foto y/o datos personales coincidan con la expresión de género de la persona.

  •  En este proceso, las y los miembros de mesa, y el personal de la ONPE desplegado a nivel nacional (muchos de estos con experiencia en más de tres o cuatro procesos electorales) son actores que deben y pueden ser escuchados.

Tomar en cuenta la retroalimentación de la ciudadanía es clave para los organismos electorales. Existe un gran número de elementos materiales, organizacionales, tecnológicos, normativos, comunicacionales y estructurales involucrados en la organización de las elecciones. Enfocarse en aquellos fenómenos que afectan directamente a la ciudadanía y también al personal ubicado en todos los locales de votación es parte central de organizar elecciones más democráticas.


*Narda Carranza es politóloga y magíster en Gobierno y Políticas Públicas por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente es investigadora para la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y docente del curso de Sistemas Electorales y Comportamiento Electoral en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM).