En el capítulo “Transnational Activism and National Movements in Latin America. Concepts, Theories, and Expectations” del libro Transnational activism and national movements in Latin America (2013), el autor y editor Eduardo Silva realiza una aproximación teórica sobre el desarrollo de los conceptos y enfoques de estudio de los movimientos sociales y el activismo transnacional. Para ello, realiza una aproximación histórica que parte de la intensificación de la globalización neoliberal y la internacionalización. Así, la globalización neoliberal refiere a la convergencia en economías de libre mercado, mientras la internacionalización al incremento de la cooperación institucionalizada entre estados. El marco referencial es el preconizado declive de la soberanía estatal y la consecuente reorganización de movimientos sociales nacionales a redes transnacionales y coaliciones que ejercen presión tanto en organizaciones intergubernamentales como en gobiernos nacionales.
Respecto a la influencia que ejercen las dinámicas de internacionalización y globalización neoliberal, algunos teóricos manifiestan que el nivel doméstico permanece como una arena relevante debido a que los estados, las instituciones domésticas y los partidos políticos median entre las presiones globales y las respuestas domésticas que dichas instituciones adoptan. En definitiva, la arena doméstica conserva un margen de acción para adaptar las reformas neoliberales y tratados en la política nacional, por lo que la influencia externa es diferenciada en un plano comparado entre países. Así, los activistas y organizaciones de movimientos sociales operan tanto a nivel transnacional y nacional en un plano relacional-multinivel y no lineal.
En esa línea, Silva plantea dos tendencias que, para objetivos del libro, son reconciliables y ayudan a tener una mirada amplia y compleja del activismo transnacional y los movimientos nacionales. Así, la primera tendencia es “going transnational”, en la que muchos activistas, antes circunscritos a dinámicas puramente nacionales, forman redes y coaliciones a través de las fronteras para protestar contra políticas de organizaciones internacionales, agencias multilaterales y corporaciones multinacionales. Ello responde a una estructura de oportunidades y amenazas que enfrentan los activistas frente a la internacionalización y la globalización neoliberal. Así, los activistas y movimientos desarrollan dinámicas de contención a través de diversos mecanismos y procesos dinámicos relacionales, como lo son la coordinación entre activistas locales a través de fronteras, facilitada por corretaje (brokerage), y marcos de integración, lo que a su vez permite un cambio en los reclamos, objetivos e identidad desde una escala doméstica a una trasnacional.
Por otro lado, Silva menciona la “resiliencia del nivel nacional”, por la cual el poder estatal, alcance y territorialidad, puede ser aumentado, extendido o transformado en la forma de protección estatal contra los riesgos del mercado. Así, el espacio de la política nacional todavía es un escenario relevante para la política contenciosa que resiste la globalización neoliberal.
En suma, el autor manifiesta que un enfoque multinivel de las interacciones entre los niveles doméstico y transnacional es el más adecuado para un análisis de los movimientos y el activismo contemporáneos, antes comparación con enfoques lineales y estrictamente domésticos. No obstante, mantiene el rol central del nivel doméstico y, por otro lado, el estado-nación permanece como un actor relevante que media los efectos de la globalización.
Reseña elaborada por Leon Lucar,
Asociado de la Comisión de Investigaciones