Por Angélica Sánchez
Creo que toda feminista en algún momento ha querido regresar al pasado, enseñarse a si misma un par de cosas y volver. Son incontables las veces en las que añoré encontrarme conmigo a los 13 años para decirle a esa niña pequeña y de sueños grandes que se aleje de un par de personas y que se asegure de saber quién es, que el momento va a llegar y podrá luchar por sus derechos en el futuro. Porque siempre es así ¿cierto? “Cuando crezcas” “Cuando seas grande” “Cuando seas adulta” nuestra concepción de ciudadanía incluye obligatoriamente esa mayoría de edad, limitándonos.
Hace exactamente un año una de mis mejores amigas me comentó sobre una compañera de trabajo suya que había iniciado un proyecto acompañada de otras mujeres fuertes, el proyecto en cuestión era un programa de liderazgo y empoderamiento político dirigido a niñas y adolescentes llamado GirlGov Perú. GirlGov Perú fue fundado en 2018 e inició su trabajo el año pasado; Karina Núñez, comunicadora para el desarrollo, Beatriz Córdova y Gianina Márquez magísteres en Estudios de Género llevarían a cabo entonces la labor de facilitar las herramientas necesarias para empoderar a un grupo de niñas y adolescentes de todo Lima Metropolitana por medio de talleres, conversatorios y activismo con incidencia local.
Lo primero que pensé fue en cuánto habría soñado con un espacio así en mi adolescencia y en lo mucho que se necesitaba que un grupo de mujeres feministas acogiera las perspectivas y sentires de niñas y adolescentes. Lo segundo que recuerdo es cuánto cuestioné mi concepción de ciudadanía, esa misma concepción que muchas veces nos excluye a las mujeres ¿No es entonces ese “cuando seas grande” también obsoleto? No tenemos que esperar a la mayoría de edad para ejercer nuestra ciudadanía; mostrar nuestras posturas políticas frente a los temas que nos importan y que sobretodo nos afectan son pilares para nuestro desarrollo personal y colectivo.
No sé si se trate de destino o suerte pero ingresé a GirlGov Perú como voluntaria el 2019 y mi vida desde entonces tomó como propósito no solo el de apoyar el programa durante los talleres o festivales, sino el de conocer a todas y cada una de estas niñas y adolescentes. Ellas por su parte, terminaron recordándome la constante invisibilización que se sufre al ser mujer y adolescente, pues no solo el patriarcado las limita sino también el adultocentrismo.
De entre los logros más grandes del programa estuvo el petitorio por una Educación Menstrual con Enfoque de Género en los colegios que se presentó ante el Ministerio de Educación, elaborado por las niñas y adolescentes del programa, nuestras GirlGovers. A Partir de ello mi labor como voluntaria fue muchas veces ser una suerte de chaperona solo para asegurarme de que las GirlGovers lleguen a salvo a casa o a las reuniones y eventos en instituciones estatales u ONGs. No hizo falta sin embargo una que otra reunión en la que les organizadores de eventos y/o autoridades de alguna institución se dirigían hacia mi para poder tomar nota de lo que alguna GirlGover tuviera que decir.
¿Por qué si estoy yendo con ellas, con las personas que hacen el pedido o el reclamo me miran mi? ¿Por qué si su evento o foro tiene de título la palabra “adolescentes” no dejo de ver hombres y mujeres adultos expresando lo que les adolescentes necesitan? ¿Por qué si trabajamos en establecer un vínculo intergeneracional seguimos negando la interacción entre dichas generaciones? Nadie va a saber qué políticas o reformas son necesarias para el bienestar de las adolescentes más que ellas mismas y este 2020 pintaba como un segundo año en el que otra promoción de GirlGov Perú podría asegurarse de ello. Lamentablemente, el aislamiento social obligatorio frente a la pandemia implicó cambios drásticos en la naturaleza de los talleres, llevando a las coordinadoras a tener que virtualizar el programa. Así, dadas las circunstancias y las nuevas características del mismo se convocó a más niñas de todas las regiones del país a participar de GirlGov Perú bajo esta nueva modalidad; serán en total cien niñas (70 Lima metropolitana, 30 provincias del país) a las que se les hará saber que tienen parte en esta conversación y que no solo son ciudadanos los peruanos mayores de dieciocho años como reza nuestra constitución.
Esperamos no solo llevar a ellas el programa sino también permitirnos conocer sus problemáticas y apuestas por solución en sus localidades, articular con sus espacios de activismo, hacerles llegar el mensaje y que sepan que van a ser escuchadas siempre. Creo que toda feminista ha querido regresar al pasado, enseñarse a si misma un par de cosas y volver, pero hasta que se pueda, he decidido continuar al lado de mis GirlGovers para recordarles siempre que ellas son el presente, que también son ciudadanas y que indudablemente, son imparables.